
El menú de desayunos en el Gjelina en Abbot Kinney Boulevard es costoso pero delicioso. Sus Panqueques de Limón y Ricotta pueden ser los mejores panqueques que haya comido y vale la pena hacer el viaje y pagarlo. Además el café también es perfecto. Pero, ¿me gusta tomar café? Bueno, ahora sí.
Todo comenzó cuando Poul y yo fuimos a Nueva York. Visitamos un montón de cafeterías (Poul ama su café) y, de repente, era adicta. Aunque todavía no bebo café negro. En su lugar tomo un late o un cappuccino, pero evito el azúcar y el sirope de caramelo.
Trine pidió un plato con salmón ahumado, queso de cabra y aguacate. y sabía tan bien como se veía y eso es otra de las cosas del Gjelina; todo en ese lugar parece como si estuviera hecho para Instagram, ¿no les parece?
En el Gjelina agregan un cargo por servicio obligatorio de 20%, que luego es distribuido entre los empleados. No me molesta, pero no puedo entender porqué los restaurantes en general no le pagan a sus empleados un salario decente desde el principio y agregan ese 20% a los precios del menú. Algunos podrán decir que les quitaría el incentivo de cada empleado para ir un poco más allá, pero personalmente, siempre doy una propina del 20% sin importar nada más. Buen servicio, no tan buen servicio, 20% es lo que les doy de propina. Como turista, por supuesto que no voy a ser la que comience a señalar al sistema, que mucha gente dirá que funciona bien. Pero es difícil para mi entender, porqué los empleados talentosos tienen que depender del estado de ánimo del cliente para tener el pago que se merecen y que deberían tener sin importar nada más.
PD: La razón por la que Trine parece estar molesta en las fotos no es por la comida. No se sentía bien ese día, así que no estaba muy contenta de que su hermana mayor la arrastrara por todo Venecia para tomar el desayuno.