Nueva York es una de las mejores ciudades del mundo para salir a comer. Aquí encuentras comida de prácticamente todos los rincones del planeta, y tanto si te gustan los lugares informales de street food como los menús de degustación con varios tiempos y maridaje de vinos, todo está al alcance. Hay opciones para todos los gustos y casi todos los presupuestos, aunque en general comer fuera en Nueva York es más caro que en la mayoría de las ciudades europeas, sobre todo cuando se suman impuestos y propinas.
Si quieres aprovechar al máximo la increíble escena gastronómica de la ciudad, un poco de planificación ayuda muchísimo. Aquí tienes algunos consejos para que tus experiencias en restaurantes estén a la altura de las expectativas:
Haz reservación
Reserva siempre con anticipación. No hay nada más frustrante que caminar con hambre por la ciudad y descubrir que todos los lugares bien valorados están completos. A veces puedes tener suerte sin reservación entre semana, pero si tu viaje es corto, no te arriesgues.
Los restaurantes más populares se llenan con semanas de antelación. Muchos abren las reservaciones exactamente 30 días antes, así que si tienes un lugar específico en mente, pon un recordatorio.
También es muy normal que te pidan los datos de tu tarjeta al reservar. Si cancelas tarde o no te presentas, te cobrarán una penalización. Y no te sorprendas si hay un límite de tiempo para la mesa, normalmente entre 90 minutos y dos horas en los horarios más concurridos.
Propinas
Sé que muchas vienen de Europa, donde dejar propina no es tan común, así que esto es importante: en Nueva York la propina no es opcional. El 20 por ciento es el estándar. No es algo que se decide según el servicio, simplemente es así. El personal paga impuestos sobre las propinas y forman parte de su salario. Algunos restaurantes tienen política de no propinas e incluyen el servicio en el precio, pero en ese caso lo indican claramente en el menú y en la cuenta.
En los restaurantes más elegantes suele haber guardarropa. Es costumbre dejar unos cuantos dólares al recoger el abrigo.
El timing lo es todo
El tráfico en Nueva York puede ser caótico. El metro se retrasa, los Ubers avanzan lentísimo en Midtown y, de repente, ya vas tarde. Sal con tiempo. Y si ves que no vas a llegar, llama al restaurante. La mayoría guarda la mesa unos 15 minutos y muchos son flexibles si avisas.
En la mayoría de los restaurantes se piden las bebidas, el primer tiempo y el plato fuerte al mismo tiempo. El postre viene después y suele tener su propio menú.
Puede parecer que hay muchas pequeñas reglas, pero una vez que le agarras el ritmo, es fácil. Y vale totalmente la pena. Nueva York es una ciudad increíble para salir a comer.
Restaurant Week
Dos veces al año, la NYC Restaurant Week te da la oportunidad de comer en algunos de los mejores restaurantes de la ciudad por menos dinero. Muchos ofrecen menús de precio fijo más económicos de lo habitual. Los menús suelen ser más cortos y las mesas se llenan rápido, así que reserva con anticipación.
También está la French Restaurant Week, que se celebra alrededor del Día de la Bastilla y destaca varios de los mejores restaurantes franceses de la ciudad. Mismo concepto, menús especiales y mejores precios.
Si estás en Nueva York en las fechas correctas, ambas valen mucho la pena.
