Me encantan las tapas y esa forma tan agradable de comer, en la que te reúnes con una copa de vino y unos cuantos platillos, y de repente han pasado horas sin que nadie se dé cuenta. Las tapas son acogedoras, sin complicaciones y perfectas cuando no tienes muy claro qué te apetece. Pides un par de platos, lo compartes todo y listo.
Hay diferencias regionales en lo que aparece en la carta, pero no voy a entrar en eso aquí. Lo que sí merece una breve aclaración son los tamaños de las porciones, porque pueden resultar confusos. En resumen, una tapa es un bocado pequeño, una media ración es de tamaño medio y una ración es lo suficientemente grande como para compartir en la mesa.
Con las tapas puedes beber casi cualquier cosa, pero yo suelo optar por algo fresco y ligero. El cava es una apuesta segura con los platos más contundentes, el vermut es perfecto como aperitivo, y un Albariño o un Verdejo bien frío combina de maravilla con el marisco. Para las tapas más contundentes, un Rioja joven o un Tempranillo funciona muy bien, y una copa de jerez, como fino o manzanilla, es fantástica con todo lo salado y marinado. Normalmente elijo vino tinto, fino o cava, según lo que acabe llegando a la mesa.
Aquí va mi pequeña guía de algunas de las tapas más populares:
Ensaladilla Rusa
Esta ensalada cremosa de papa con atún y verduras es una de las tapas más queridas en España. Casi siempre la pido, y para mí dice mucho de un sitio cómo hacen su ensaladilla.
Jamón ibérico
El mejor jamón de España. Cortado en lonchas finas, con un sabor a nuez que mejora a medida que alcanza la temperatura ambiente. Un plato de jamón y una copa de vino es pura felicidad. La variedad más apreciada es el jamón ibérico de bellota, procedente de cerdos criados en libertad y alimentados con bellotas.
Pulpo a la gallega
Pulpo cocido hasta quedar muy tierno y servido sobre rodajas de papa cocida con pimentón y aceite de oliva. Un clásico gallego y una de mis tapas favoritas.
Tortilla
La tortilla española de papa y cebolla. Algunos la hacen firme y gruesa, otros casi cremosa por dentro. A mí me gusta la versión firme y gruesa, normalmente servida en cubos.
Patatas bravas
Papas fritas con salsa bravas y, muchas veces, alioli. Crujientes, picantes y adictivas.
Pan con tomate
Pan tostado con tomate, aceite de oliva y sal. Muy simple y muy español. Cuando el tomate es bueno, es un bocado increíble.
Gambas al ajillo
Camarones cocinados en aceite de oliva con mucho ajo. Suelen llegar a la mesa en un platillo pequeño y chisporroteante, y el aroma es irresistible. Normalmente se sirven con pan para mojar en el aceite.
Albóndigas
Albóndigas españolas en salsa de tomate o de almendra. Tiernas, llenas de sabor y perfectas si buscas algo un poco más contundente.
Croquetas
Crujientes por fuera y suaves y cremosas por dentro. El relleno puede ser de jamón, setas o bacalao. También son de las tapas más contundentes.
Mejillones en escabeche
Mejillones marinados en una marinada a base de vinagre, ligeramente especiada. Una tapa muy popular, especialmente en el norte de España.
Pimientos de Padrón
Pimientos verdes pequeños fritos y espolvoreados con sal gruesa. La mayoría son suaves, pero de vez en cuando aparece uno bien picante.