Una de nuestras prioridades en Seúl era vestir un hanbok, que es el vestido tradicional coreano. Muchos estudios fotográficos a lo largo de Seúl, ofrecen sesiones que incluyen el alquiler del hanbok, el maquillaje y el peinado así como una cantidad de fotos editadas, pero debido al Seollal (Año Nuevo Koreano) y por la poca anticipación, no pudimos encontrar ninguno que pudiera adaptarse a nosotras.
En cambio decidimos rentar un hanbok de una tienda que encontramos cerca de la Estación Anguk. Eran solo 1000KRW por dos horas y tenían muchos estampados y colores diferentes para escoger. Por un cargo adicional nos ofrecieron rentar un chaleco de visón, que hubiera sido una buena idea considerando el helado clima de Corea, pero en principio, yo no uso pieles, así que lo omití. Y si, sé que es hipócrita considerando que no tengo problemas en comer carne, y también uso zapatos de cuero pero tengo que comenzar con algo, ¿cierto?
El hanbok consite en una falda, la chima, y una pequeña chaqueta, el jeogori. Debajo del hanbok se usan unas enaguas para agregar amplitud al vestido y hacer que caiga lindamente. Yo me deje toda mi ropa puesta bajo el hanbok y funcionó muy bien. La asistente de la tienda nos ayudó a vestirnos y a colocarnos el accesorio del cabello, que estaba incluido en el precio del alquiler. Colocamos todas las cosas que no queríamos llevar con nosotras en el casillero que nos ofrecieron en la tienda. No sería capaz de descubrir el nombre en inglés de la tienda donde rentamos los hanboks, pero igual le voy a preguntar a una amiga coreana en estos días. Estábamos solo a unos pasos de la Estación Anguk, y ya he agregado la dirección en mi mapa abajo. Si no puedes encontrarlo, no te preocupes, porque hay muchas tiendas que rentan handboks en la zona.
Desde la Estación Anguk, estábamos a una corta caminata de Gyeongbokgung, que es el palacio más grande en Seúl. Gyeongbokgung fue construido en 1395, pero está siendo totalmente restaurado a su antigua condición, y tiene una hermosa vista.
Si estas usando un hanbok, puedes entrar gratis a los palacios de Seúl, pero por el Seollal, la entrada estaba gratis para todo el mundo y el Gyeongbokgung estaba envuelto completamente. En la primera puerta, fuimos abordadas por una pareja de bloggers indonesios, que probablemente pensaron que habían conseguido una gran primicia al entrevistar a dos coreanas. No soy muy sociable cuando tengo frío pero Pia hablo por las dos y les explico que éramos dos coreanas adoptivas y que no hablábamos coreano. Supongo que quedaron un poco decepcionados, cuando se dieron cuenta que no éramos coreanas realmente, pero tengo curiosidad de saber si subieron el video que nos grabaron.